Cómo ser un caballero moderno

Todo empezó cuando mi novia se fue de casa. En el instante en que me dejó, la realidad me golpeó de frente. Comprendí que nuestra ruptura había sido mi culpa. Ella me había amado, pero el amor no es algo que pueda darse por sentado, y mucho menos si lo descuidas.
Unos meses más tarde, volví a verla por casualidad. Lucía feliz, diferente y radiante, sin mencionar que iba de la mano de otro hombre; uno que la había llevado a ser esa mujer tan segura, y no como yo, que tan solo fui un tonto que le mostró la clase de hombres debía evitar mantener en su vida.
Fue en ese momento que tomé la determinación de reinventarme y dejar de ser el mediocre egoísta que solo veía por sí mismo. El típico hombre de cervezas, comida chatarra y videojuegos.
Trabajé muy duro en convertirme lo que soy ahora, un caballero moderno. El hombre que todo chico aspira ser. El sueño de toda mujer.
Amable, atento, servicial y honesto, son algunas de las cualidades que ahora me caracterizan y que predico a los lectores de mi columna semanal, con la finalidad demostrarles que, con constancia, disciplina y un buen mentor, pueden llegar a convertirse en un verdadero caballero y conquistar el corazón de la chica de sus sueños.
Hasta que, por supuesto, aparece nada más y nada menos que una increíble mujer, que con su mera existencia pone todo mi conocimiento y convicción en tela de juicio.